miércoles, 24 de junio de 2009

~Los Beneficios De La Luna

¿Recuerdas cuando soliamos ver el atardecer a lo lejos?,
y como decias: "esto nunca acabara",
te crei cada palabra
y supongo que tu tambien lo hacias,
pero ahora dices :
"hey, pensemos en acabar esto".



Me encuentro en examenes finales de semestre, por ello no he podido actualizar. En este momento debería estar estudiando para mi examen de mañana, son 70 reactivos en juego, pero no. Sólo me limito a delirar y malgastar mis segundos. El examen estará fácil (lo sé), el único problema es la gran cantidad de preguntas.

Al final todo valdrá la pena, pues tendré vacaciones y podré volver a ver tu frágil sonrisa, tomar tu fría mano y decirte cuanto te he extrañado.

Mejor comparto con ustedes una pequeña prosa poética de Charles Baudelaire
(a.k.a "El Poeta Maldito"), uno de mis favoritos.



La Luna, que es el capricho mismo, se asomó por la ventana mientras dormías en la cuna, y se dijo: «Esa criatura me agrada.»

Y bajó muellemente por su escalera de nubes y pasó sin ruido a través de los cristales. Luego se tendió sobre ti con la ternura flexible de una madre, y depositó en tu faz sus colores. Las pupilas se te quedaron verdes y las mejillas sumamente pálidas. De contemplar a tal visitante, se te agrandaron de manera tan rara los ojos, tan tiernamente te apretó la garganta, que te dejó para siempre ganas de llorar.

Entretanto, en la expansión de su alegría, la Luna llenaba todo el cuarto como una atmósfera fosfórica, como un veneno luminoso; y toda aquella luz viva estaba pensando y diciendo: «Eternamente has de sentir el influjo de mi beso.

Hermosa serás a mi manera. Querrás lo que quiera yo y lo que me quiera a mí: al agua, a las nubes, al silencio y a la noche; al mar inmenso y verde; al agua informe y multiforme; al lugar en que no estés; al amante que no conozcas; a las flores monstruosas; a los perfumes que hacen delirar; a los gatos que se desmayan sobre los pianos y gimen como mujeres, con voz ronca y suave.

«Y serás amada por mis amantes, cortejada por mis cortesanos. Serás reina de los hombres de ojos verdes a quienes apreté la garganta en mis caricias nocturnas; de los que quieren al mar, al mar inmenso, tumultuoso y verde; al agua informe y multiforme, al sitio en que no están, a la mujer que no conocen, a las flores siniestras que parecen incensarios de una religión desconocida, a los perfumes que turban la voluntad y a los animales salvajes y voluptuosos que son emblema de su locura.»

Y por esto, niña mimada, maldita y querida, estoy ahora tendido a tus pies, buscando en toda tu persona el reflejo de la terrible divinidad, de la fatídica madrina, de la nodriza envenenadora de todos los lunáticos.




miércoles, 3 de junio de 2009

[ I Miss You ]




Si no quieres verme, está bien. Sólo dímelo, por favor, no mientas.
Si ya no sientes lo mismo, yo entenderé. No serías ni la primera ni la última persona que lo hace.


Ai-Shiteru Kuroneko.